CENTRO DE ESTUDIANTES DE ARQUEOLOGÍA
RESUMENES DEL SEMINARIO: “EVOLUCIÓN DEL PROBLEMA NACIONAL EN EL PERÚ”
DEL 11 DE MARZO AL 2 DE MAYO DE 1980
LAS PRIMERAS CULTURAS REGIONALES
Ramiro Matos Mendieta
Durante las primeras décadas de nuestra era, empezaron a surgir en el espectro de la cultura andina, centros y áreas más o menos definidos. Fueron las primeras manifestaciones de desintegración de los viejos patrones culturales, con evidente incidencia de la estructura social, económica, política y religiosa. Este periodo que irrumpe tras el ocasos de la tradición Chavín y el periodo Formativo Andino, perdura en el tiempo hasta la expansión del Imperio Huari en el siglo IX, y es conocido en la arqueología con los nombres de: Periodo de la Primera Diferenciación Regional, Desarrollo Regional, Maestros Artesanos, Florecimiento Regional, Intermedio Temprano o Estados Regionales.
La primera interacción pan andina a pesar de la diversidad socio-geográfica, tuvo lugar durante la expansión de la cultura Chavín, con una significativa continuidad en sus manifestaciones, tanto en el tiempo como en el espacio. Esta relativa “unidad”, se rompe con la insurgencia de grupos que pugnan por imprimir un “nuevo carácter” a las relaciones político-sociales, que naturalmente fueron el reflejo de las profundas contradicciones al interior de los pueblos. La decadencia manifestada en el arte y la religión Chavín, fue el claro reflejo de la crisis de la sociedad.
El nacimiento de nuevas culturas configura un nuevo panorama de relaciones internas y externas, los mismos que en algunos casos, comprendieron corrientes de formación de pequeñas “nacionalidades”, logrando en más de un ejemplo, constituir verdaderos “estados regionales”, como los Mochica en el norte, Nazca en el sur, Warpa en la sierra central, Pucara en el altiplano, etc., mientras que en otros casos alcanzaron significativas diferencias estilísticas en el arte, particularmente en su alfarería, como la modalidad blanco sobre rojo, Negativo, etc. Así empiezan a diferenciarse las poblaciones por valles o regiones. La ideología y la idiosincrasia en cada caso ostenta particularidades, aunque los temas que los inspiren fuesen los mismos.
R. Ravines (1970) señala: “los regionalismos nacen principalmente, de esta dinámica cultural que se tradujo en la invasión de gente nueva, que ocupó antiguos pueblos y desarraigó a sus habitantes… Eran los “barbaros andinos”, conflictivos, sanguinarios e iconoclastas, destructores de los antiguos sistemas tradicionales. Así es como, grupos llegados del exterior sobre el antiguo templo de Chavín, ocupan y destruyen en una actitud de invasión. Fueron los grupos que los arqueólogos denominan Huaraz a los primeros y Recuay a los siguientes, que cometieron el sacrilegio de desnaturalizar el templo de Chavín”
Las poblaciones habrían crecido explosivamente, exigían mayor consumo lo que equivale a una mayor producción. Descubren nuevas técnicas en la agricultura como el uso de riego, la habilitación de tierras en terrazas, etc. reafirmando definitivamente el largo proceso de domesticación de plantas y animales que en los Andes empieza hacia los milenios 5 y 6 antes de Cristo.
La dinámica interna de estos grupos emergentes, en su afán de lograr control sobre una extensión mayor de tierras, dio curso al regionalismo que caracteriza a este periodo. Fue una época donde no hubo ni paz ni tranquilidad. La crueldad de estos enfrentamientos están bien representados en su cerámica y pinturas murales en unos casos y por el completo abandono de la tradición artística y religiosa del período anterior.
Fue pues un periodo de diversificación y de Estados regionales.
Lima 14 de Marzo de 1980