El equipo investigador de Atapuerca con sus descubrimientos han revolucionado el pensamiento científico sobre la evolución humana en Europa. Tras dos décadas de intenso trabajo, la tenacidad de un equipo de científicos sigue desvelándonos los secretos de un periodo muy poco conocido de nuestra historia. La abundancia de información aquí encontrada, es sólo un punto y seguido a la que todavía puede estar por desvelarse. Y para muestra un botón, el broche de oro de esta última campaña de excavaciones en la sima burgalesa lo constituye el hallazgo de un nuevo cráneo.
"Si conseguimos completarlo, este cráneo, llamado número 15, será el tercero en importancia de los encontrados en Atapuerca, debido al volumen de información que puede proporcionar".
Se trata de un varón adulto, un Homo heilderbergensis de unos treinta años que vivió y murió en esta sierra hace 500.000 años según ha explicado el codirector de las excavaciones Juan Luis Arsuaga. Seguramente sea el más completo de los fósiles hallados hasta ahora después de Miguelón, -el histórico cráneo número 5, descubierto en el mismo yacimiento en 1992-.
"Decidimos que este ejemplar debía tener un nombre propio -explica Arsuaga- y lo bautizamos como "el último de la fila".
El nombre sobre todo se debe a que "en el interior de la sima, los diferentes cráneos han ido apareciendo en orden, uno detrás de otro, desde el fondo del yacimiento hacia fuera. Y este es, en sentido estricto, el último de la fila de cráneos que hemos encontrado".
Arsuaga explicó que los restos, que se localizaron en la sima de los huesos, están muy bien conservados y adelantó que esperan completar el cráneo en las dos próximas campañas, dado que su extracción es muy delicada. Parece que el equipo se topó con los retos de este cráneo mientras trataban de completar los huesos de una mano de la que habían extraído otras piezas. Además precisó que "los huesos de la mano darán información sobre el tamaño del individuo y con el cráneo intentaremos conocer más sobre cómo era el oído para intentar determinar la sensibilidad de audición, en un intento de acercarnos a responder la pregunta de cuándo empezaron los homínidos a hablar".
"El cráneo corresponde probablemente a un individuo adulto, probablemente un hombre muy robusto, que presenta tal cantidad de golpes fuertes, sobre todo en el lado izquierdo de la cabeza, que hacen pensar en un tipo de vida muy accidentado, ya que en otros cráneos sólo habíamos identificado traumatismos menores", afirmó el científico.
Arsuaga explica que los primeros fragmentos de este cráneo (que hace el número diecisiete de los encontrados en la Sima de los Huesos) aparecieron durante la campaña del año pasado. "Se trataba sólo de algunos restos aislados, un parietal y un fronal, y que entonces no nos llamaron demasiado la atención. Encontrar fósiles es algo a lo que en la Sima estamos ya más que acostumbrados".
Sin embargo, hace apenas unos días los investigadores profundizaron en el mismo emplazamiento y dieron con el resto del cráneo. Para su sorpresa, se dieron cuenta de que era uno de los más completos que habían encontrado hasta la fecha. De hecho, la mayor parte de los diecisiete cráneos encontrados hasta ahora en la sima no están, por el momento, enteros, aunque nadie sabe si las partes que faltan irán apareciendo en el futuro.
Como siempre, los huesos más rotos son los de la cara. Aunque parezca una región muy sólida del esqueleto, lo cierto es que es una “máscara” llena de aire. Las paredes que rodean los senos maxilares son casi tan delgadas como el papel de fumar, y literalmente estallan por la presión de los sedimentos depositados encima. Por eso apenas hay rostros en el registro fósil de las diferentes especies del género Homo. Incluso entre los neandertales son raras.
Le esperan meses o años de duro trabajo para llevar a la minuciosa tarea de reconstrucción de este nuevo cráneo.
Los cráneos más importantes encontrados hasta ahora en Atapuerca son el número 5, apodado Miguelón, probablemente el mejor conservado del mundo, y el número 4, al que sólo le falta la cara.
Acaba esta campaña que como siempre deja con buen sabor de boca a los miembros del equipo, pero todavia queda mucho por hacer en un yacimiento tan rico en fósiles humanos que parece inagotable. Se abren nuevas posibilidades como la de encontrar al ancestro de antecessor de 1,2 millones de años en la Sima del Elefante. De los restos localizados en la Sima del Elefante, destaca la aparición de dos lascas de sílex así como restos de fauna como una conexión esquelética de un ungulado y extremidades de un jaguar que presentan marcas de corte. La datación es clave porque estos hallazgos determinan evidencias de presencia humana en la Sierra más antigua de la conocida hasta el momento. Al respecto José María Bermúdez de Castro, uno de los codirectores de la excavación, ha determinado que en este yacimiento «aún no se ha tocado fondo» y afirma que los nuevos resultados «hacen posible hablar de un límite temporal nuevo que, con seguridad, se cumplirá».
Fuentes:
Fotografía: Javier Trueba